Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en la gran https://woodyodhj751493.blog-ezine.com/38867217/por-qué-el-cabezazo-de-zidane-sigue-siendo-noticia